autoestopista

Una milpa que ama a los autoestopistas…

Después del trabajo, me encuentro con un joven autoestopista español que me pide que le ayude. Tenía hambre, el pobre; queriendo hacer mi BA del día, le sugerí que visitara mi guarida para satisfacer su apetito.

Después de comer un poco

Admitiendo que era un amante de la leche madura, era su apetito sexual lo que intentaba satisfacer y mi guarida íntima lo que quería explorar. Acostado en el sofá, se desabrocha el pantalón y me pide que le chupe la polla. Era tan tentador que no me importaba. Muy emocionado, me quita la tanga y empieza a lamerme el coño con deleite. Lo hizo tan bien: con su mano derecha se masturbó mientras me penetraba con dos dedos de su mano izquierda, yendo y viniendo por mi vagina muy profundamente. Oh, qué buena fue esa sesión de sexo, como en los mejores videos pornográficos.

La Autoestopista

Luego, sin ropa, me empalé en su polla erecta, aprovechando la longitud de su magnífica máquina que me electrizaba con cada tirón, mientras me amasaba las tetas. Mi amante pasajero, queriendo variar los placeres, propone entonces tomarme por el culo. Un poco asustado porque nunca había practicado la sodomía, aún así accedí a intentarlo y no me decepcionó. Creo que el placer anal me dio un orgasmo mucho más intenso que el coito vaginal. Mientras me estaba limando acaricié frenéticamente mi coño disfrutándolo como nunca antes. Termina derribándome y arrojando toda su esperma por toda mi cara gritando: «Toma esto», solía sacar todo lo que podía para llenar mi boca, porque no me gusta desperdiciarlo y es bueno para la piel.

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