Sexo telefónico

Sexo telefónico, ¿cómo llegar hasta el orgasmo?

¿Alguna vez has empezado una conversación sexy que se convirtió en una verdadera acción pervertida, solo para encontrar el momento arruinado por una palabra inapropiada, o un silencio incómodo durante el cual su pareja estaba esperando una conversación sexy?

El sexo telefónico es algo que gusta a mucha gente, pero pocos lo hacen bien. Por eso es importante aclarar las cosas y ayudar a los amantes del sexo telefónico a encontrar el lugar adecuado para su próxima sesión.

Empieza por averiguar cómo iniciar la conversación traviesa

Esto es lo difícil del sexo telefónico: iniciar una conversación sobre sexo telefónico puede ser muy incómodo. Pero de alguna manera, uno de los participantes tiene que romper el hielo y hacer que las cosas comiencen. La única pregunta es ¿cómo?

Una especie de réplica del mundo real es un punto de partida práctico (o una paja). Pregúntale a tu pareja qué ropa lleva, o inicia un juego de rol llamándole enfermera o profesor, si te encuentras en ese tipo de situación. Algo sencillo que les permita ser creativos suele funcionar bien.

Y no utilices un tono rebuscado y artificial. Cuando no estás relajado, el sexo no funciona, ya sea por teléfono o en la cama. Deja que tu respiración sea más profunda, como cuando te preparas para tener sexo. Pronto te sincronizarás con tu pareja, así es como funcionan los humanos cuando se preparan para follar.

Date tiempo para hacerlo bien

Este punto es increíblemente importante. Demasiadas conversaciones telefónicas eróticas se ven torpedeadas por el horario de uno de los participantes. Seguro que tienes una agenda muy apretada, pero esto es importante. Recuérdalo porque podría salvar tu relación cuando la distancia intervenga.

Así que organízate un poco para llevar a cabo tus conversaciones de sexo telefónico y fija una fecha. Reserva una hora, tal vez más. Nunca se sabe lo emocionante e intensa que será la conversación. A veces se necesita media hora de conversación para entrar en ambiente. A veces, ambos alcanzarán el clímax en pocos minutos. Pero si tienes prisa, es un auténtico destructor del estado de ánimo.

Intenta crear un crescendo de excitación sexual

Uno de los mayores errores que comete la gente cuando tiene sexo telefónico es dejarse llevar por su excitación. Por supuesto, pronto alcanzarás las cotas de excitación, pero no te emociones demasiado. El sexo telefónico es igual que en el mundo real, y terminar antes de tiempo es algo malo.

Consejo profesional: Intenta soltar lentamente. Utilice un tono de voz más lento y suave, casi un susurro en algunos casos. Y no empieces a fantasear demasiado pronto. Sigue haciendo preguntas suaves e insistentes como «¿te estás mojando?», hasta que estés preparado para hablar de sexo anal o de otros temas más sucios.

En el sexo real, los preliminares van seguidos de la penetración y luego del orgasmo (normalmente). El sexo telefónico no es tan diferente. Así que pasad al sexo virtual cuando ambos estéis preparados para ello. Si no lo haces, tu pareja no estará al mismo nivel que tú, lo que arruinará la ilusión.

Crea el ambiente adecuado para las conversaciones pervertidas

Otro obstáculo para el sexo telefónico es la intrusión del mundo exterior, que estropea el ambiente. Puede tratarse de un compañero de piso que vuelve a su habitación, de una alarma que suena, de una ventana que se deja abierta o, simplemente, de una pantalla de ordenador que distrae y desvía la atención.

Todos los estímulos externos de su entorno le distraen de las palabras que está escuchando, creando una distancia entre usted y su interlocutor, cuando en realidad está intentando acercarse.

Así que, para minimizar estas distracciones, programe un momento en el que no le interrumpan los demás y apague las luces. Guarda todos los aparatos eléctricos y cierra la ventana. Pues céntrate. Le resultará mucho más fácil comprometerse y sentir intimidad con la persona que está al otro lado de la línea.

Arriesgue, pero no se exceda

El sexo telefónico consiste en llevar las cosas lo más lejos posible utilizando sólo palabras y sonidos. Así que no tengas miedo de correr riesgos. Organice juegos de rol y no tenga miedo de hacer preguntas extravagantes. Utiliza palabras prohibidas y pervertidas y habla de tu fetiche de látex de forma burda. Expresa tu deseo con gruñidos significativos. Hacer locuras. Esto le ayudará a transmitir la pasión que siente.

Consejo profesional: no vayas demasiado rápido con tu imaginación. Intenta provocar preguntas impactantes o comentarios espontáneos. De este modo, tendrán mucho más efecto, creando instantáneamente un espacio verbal pervertido y sin límites.

Actúa cuando el juego se pone pervertido

Recuerda que el objetivo final del sexo telefónico es exactamente el mismo que el del coito o el sexo oral: el orgasmo. Por eso se intercambian palabras sucias a través de cientos de kilómetros de líneas telefónicas. Así que mantén una mano libre para conseguirlo, y asegúrate de que tu pareja hace lo mismo.

Y no olvides tener a mano el equipo adecuado para hacer frente a cualquier «incidente». Uno de los problemas más humillantes a los que se enfrentan los hombres cuando follan por teléfono es tener que buscar pañuelos justo antes del orgasmo.

Eso tampoco es divertido. El orgasmo es el momento crucial, y ambos deben estar relajados y totalmente concentrados en el otro, no en la caja de pañuelos. Así que gestiona tu logística antes de entablar una conversación erótica. Esta es una trampa subestimada por los principiantes y siempre acaba arruinando la diversión, literalmente en la mayoría de los casos.

No cuelgues de repente, termina la sesión correctamente

Sorprendentemente, algunos hombres terminan instintivamente las conversaciones justo después del orgasmo, al igual que algunos hombres se dan la vuelta y se alejan después de follar, y algunos hombres nunca hablan con la chica después de una noche de sexo.

Los profesionales del sexo telefónico no se comportan así, por una buena razón. Por un lado, es un comportamiento grosero, pero por otro, se pierde un momento clave de conexión. Escucha cómo respira la otra persona. Charla un poco y escucha cómo se despiden. Ese tipo de conexión auténtica es lo que supone el amor, en persona o por teléfono, así que no lo desperdicies. Manténgase relajado pero concentrado hasta el final.

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