mejorar el lenguaje sucio

¿Cómo podemos mejorar el lenguaje sucio?

Alimentar el fuego de la pasión no es fácil para algunos. A veces puede resultar un poco incómodo y forzado, e incluso puede estropear la diversión en el dormitorio. Si te resulta difícil hablar sucio con tus parejas sexuales, lo importante es recordar que no eres el único.

De hecho, es un problema que afecta a millones de hombres y mujeres en todo el mundo. Puede que te preguntes si hay algo que puedas hacer para que tu charla sucia sea más fácil y efectiva. Pues sí, hay varios métodos que puedes utilizar para conseguir más pasión y excitación en tu vida sexual. Todo lo que necesitas es la confianza para hacerlo.

¿Por qué es difícil tener conversaciones sucias?

Seamos sinceros, no hay nada natural en hablar de cosas sucias. No es algo que hagamos todos los días en el trabajo, en la calle o incluso en la comodidad de nuestra casa. Nuestro subconsciente nos dice que hablar así es inaceptable o completamente antinatural.

Pero deberías cambiar eso. Si lo haces, con el tiempo te resultará mucho más fácil el acto de hablar sucio. Así que, antes de volver a intentarlo, tienes que acostumbrarte a tener pensamientos sexis. También hay que aceptar el hecho de que las fantasías y los deseos sexuales son parte integrante del ser humano. Una vez hecho esto, el resto viene de forma natural. Abre tu mente a tus propios deseos, necesidades y antojos naturales, y el acto de decir cosas sucias será relativamente fácil.

Libera tus fantasías

Las conversaciones traviesas son más efectivas cuando son naturales. Cuanto más discrimines e intentes censurar tus propios pensamientos, más vergonzosa y extraña será la experiencia. Aunque al principio le resulte difícil, debe describir sus fantasías más íntimas con la mayor precisión posible. No omitas ningún detalle y trata de divertirte.

Si no te lo estás pasando bien, lo más probable es que tu pareja tampoco lo esté haciendo. No hay que prohibir nada cuando se habla de cosas sucias. No te preocupes por las normas y reglas sociales, simplemente sé tan sucio o sucia como tu mente te lo permita. Por supuesto, será una cuestión de ensayo y error. Puede que haya cosas que no le gusten a tu pareja y que tengas que trabajar para hacer realidad tus fantasías. Pero ya sabes lo que dicen, ¡la práctica hace la perfección!

Elija el momento adecuado

A menudo hay una fina línea entre un look sexy y un poco de perversión, así que asegúrate de que el momento es el adecuado. Intenta evitar la tentación de volverte demasiado sexy demasiado pronto. Cuanto más excitados estéis tú y tu pareja, más lejos podréis llegar. Para las mujeres, en particular, el lenguaje sucio que sobrepasa los límites nunca será sexy a menos que ya estén excitadas. Por eso los hombres deben ir subiendo poco a poco hasta llegar a la conversación más sexy.

Puedes dar rienda suelta a tus pensamientos cuando estás en el punto álgido de la pasión. Los hombres, en cambio, suelen necesitar que se les estimule desde el principio, y suelen responder a una charla muy sucia desde el principio de una sesión de amor. Si estás planeando una larga sesión de juegos preliminares, deberías empezar muy despacio. Quizás hablar de lo que llevas puesto. Algunos guiños y sugerencias pueden ser suficientes en esta etapa. Mantenga las cosas románticas, sensuales y sugerentes en esta etapa.

Elige bien tus palabras

Algunas palabras funcionarán mejor que otras, pero algunas pueden ser totalmente desagradables para tu pareja. Por desgracia, es posible que tengas que experimentar con cierto vocabulario y redacción para encontrar la forma de establecer una verdadera conexión con tu pareja. Las palabras que utilices para describir el sexo, la ropa y las partes del cuerpo serán fundamentales para el éxito de tu dirty talk. Intenta no utilizar palabras que puedan hacer reír a tu pareja. Y aumentar el calor gradualmente. Saltar directamente a las palabras más sexy que conoces puede hacer que las cosas sean un poco incómodas cuando el momento no está a la altura de la emoción.

Elegir la voz adecuada

Si empiezas a hablar de sexo, de posturas sexuales y de orgasmos con tu voz cotidiana, a tu pareja le puede costar creer lo que estás intentando conseguir. Mantenga su voz baja, lenta y seductora sin perderse en la comedia, por supuesto. Dile a tu pareja lo mucho que la deseas. Al principio, susúrrale al oído. Cuanto más se excita, más se calienta y se vuelve más ruidoso y directo. Si puede añadir una ronquera y una respiración naturales a su voz, lo que diga será mucho más creíble. Una vez más, hay que encontrar la combinación adecuada de volumen, tono y acento. Esto llevará tiempo, así que espere algunos contratiempos en el camino.

Algunos ejemplos de lenguaje sucio eficaz

Antes de que empieces a pensar en lo que vas a decir exactamente, es bueno recordar que la charla sucia puede empezar horas antes de que empieces a divertirte de forma sexy. Nada más despertarse, puede aumentar la tensión con frases cuidadosamente elegidas en momentos clave del día. Puedes seguir divirtiéndote enviando mensajes de texto o llamando por teléfono, llevando poco a poco a tu pareja a un frenesí sexual. Y recuerda que cuanto más excitada esté tu pareja, más efectiva será tu charla sucia. Lo que le digas a tu pareja debe ser auténtico y significativo, pero hay algunas cosas que son muy populares entre la mayoría de las parejas.

Aquí tienes algunos ejemplos de palabras sucias que puedes utilizar:

Necesito que lo pongas dentro de mí.

¿Qué llevas puesto ahora mismo?

Me estoy tocando, ¿qué estás haciendo?

No llevo ropa interior.

Me has mojado.

Me la has puesto dura.

Tengo que arrancarte la ropa ahora mismo.

Dime qué vas a hacer conmigo.

Me gusta estar dentro de ti.

Fóllame bien. Fóllame bien. ¡Ahora!

¡Llámame tu puta!

Por supuesto, lo que diga exactamente dependerá del lugar en el que se encuentre, de si disfruta o no de un determinado tipo de sexo y de la relación que mantengan ambos. Puede que te guste el sexo en grupo con desconocidos, en cuyo caso las cosas que dices pueden ser muy diferentes. Lo importante es divertirse y tratar de elegir las palabras más adecuadas para el escenario. Hablar sucio tiene que ver con la pasión, la excitación y la verbalización de tus fantasías. Con un poco de práctica y la colaboración de tu pareja sexual, no hay razón para que tu charla sexual no sea electrizante.

 

 

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