mujer negra

Acostarse con una mujer negra siempre es muy agradable

Latina, árabe, negra… Éstas son ahora las mujeres que los hombres se quieren tirar. Y eso es muy justificable, porque tener una relación íntima con una mujer negra sigue siendo una experiencia única. Para darle una mejor idea de cómo es, hemos reunido estos testimonios.

Loïc y sus amantes gaboneses

Loïc es un expatriado de 29 años que lleva 5 años viviendo en Gabón. Y al igual que los hombres que quieren establecerse en un nuevo país, una de las primeras cosas que buscó fue una llamada de atención. Y no tardó mucho porque, dijo que era como una verdadera estrella allí. Sólo una semana después de su llegada, se las arregló para dormir con una mujer de 19 años. Ya de por sí muy atractivo, dijo que dormir con ella era simplemente mágico. Más abiertas que las mujeres europeas, emprendieron juntas varias prácticas sexuales. Después de esta primera escapada, hizo más conquistas y hoy está totalmente convencido de que ya no puede prescindir de las mujeres negras porque son muy buenas en la cama.

Martin un fan de las mujeres negras BBW

A Martin le gustan las mujeres con traseros grandes. Y según él, son las mujeres negras como BBW las que más cumplen su fantasía. De hecho, el culo de una mujer negra es a menudo natural pero no está hecho de silicona. Desde que se volvió sexualmente activo, por lo tanto, nunca ha dormido con otro tipo de mujer. Además, desde hace 5 años, lleva una vida tranquila con una mujer negra que sabe cómo satisfacerle a todos los niveles, especialmente el sexual.

Frank y la masoquista mujer negra americana

Para Frank, una de sus mejores experiencias sexuales había tenido lugar en Miami, EE.UU.. Como esta ciudad tiene la reputación de ser el hogar de algunas de las mujeres más sexys del mundo, estaba decidido a no salir de la ciudad sin follar con alguien. Fue entonces cuando conoció a una mujer negra masoquista. Muy emprendedora, lo hizo su esclavo sexual.

Yves y sus escapadas en el monte africano

Como piloto de monte, Yves viaja a las partes más remotas de África casi todos los días. Y en cada escala, nunca olvida cazar chicas negras para follarlas. Más caliente que las mujeres caucásicas, piensa que si quieres una buena cogida, es mejor coger una mujer negra.

Guillaume y su compañero de cuarto africano

Aunque tenía unas nalgas pequeñas, Guillaume siempre había tenido una atracción sexual por su compañero de cuarto africano. Un día de invierno, la calefacción se estropeó y tuvieron que compartir la misma cama. Y como hacía mucho frío, ella lo frotaba para calentarse un poco. Cuando sintió que se le paralizaba, empezó a acariciarle la polla e hicieron el amor toda la noche. Desde entonces, Guillaume no puede prescindir de ella porque sabe follar muy bien. Y aún más nos dijo que es una verdadera diosa cuando se trata de la felación.

 

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